De todos los accesorios que nos ha ido trayendo el revival de los años 90, puede que no exista otro menos susceptible a la actualización que el coletero (también llamado scrunchie).
A diferencia de las hombreras, mucho más adaptables bajo los hombros de diseños cien por cien contemporáneos, los coleteros no tienen demasiada vuelta de hoja: son idénticos a los de hace treinta años.
el regreso del coletero, ha acabado con el reinado de las diademas
Queda también intacta su capacidad para lograr un efecto vistoso en peinados súper sencillos, de ahí su éxito instantáneo en pleno siglo XXI.
Si te preocupa que una coleta o un moño parezcan demasiado poco o desaliñados, basta un coletero para arreglarlo. Esta llamativa goma de pelo, ha regresado con fuerza y es perfecto para combinar con tus looks, consiguiendo un toque divertido y casual.
El “scrunchie” es versátil, podemos utilizarlo con una coleta alta o baja, un moño desenfadado, un semirecogido … y siempre combinarlo con los colores de nuestros outfits. En tiendas low cost como Stradivarius o Bershka, así como firmas especializadas en accesorios ya se pueden encontrar diferentes diseños de scrunchies que han acabado con el reinado que hasta ahora era propiedad de las diademas.